lunes, 6 de mayo de 2013

Besos...

Me sentía ya bastante nerviosa, sabía que iba a pasar y contaba nerviosamente los segundos, sería en cualquier momento y cada vez se acercaba más. Tenía miedo; sabía que era algo que quería, pero algo que estaba mal, entonces... ¿por qué en ese momento no me importaba?.
El cielo estaba tan nublado que podían verse las nubes moradas sobre un cielo negro. 
Por fin llegó, un adiós. Cuando menos lo pensé dejé de contar los segundos, me acerqué y se acercó a mi, un simple roce que se convertiría en el mejor de los besos. La manera en que me abrazó y me acercó a él mientras me besaba de la manera más intensa y excitante. Mis labios temblaban y me quedaba sin aliento y cada vez me aferraba más a su cuerpo, pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer de ese cielo morado mientras sus labios y su lengua me hacían sentir débil .. de pronto, tuve que parar, alejarme, tratar de huir de eso que me provocaba cada vez más y más deseo de seguir. Era el beso perfecto... el único beso, el beso culposo, el beso del deseo... el beso.

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